El coronavirus ha paralizado el mundo.



El avance es imparable en nuestro país, si bien, las medidas extraordinarias adoptadas en una situación de tal gravedad esperemos que empiecen a dar sus frutos en breve.



Si algo merece destacarse en los últimos días es el comportamiento ejemplar de nuestros ciudadanos, profesionales de la salud, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Gobierno, voluntarios anónimos y, en definitiva, de todos. Infinitas gracias.

Por fin, hemos dejado a un lado diferencias personales o políticas para resolver un problema que nos afectada a todos pero ¿es necesario llegar a una situación como ésta para que se produzca?

Dejando un lado los posibles errores cometidos y la falta de previsión evidente ante algo anunciado, en estos momentos, todos están demostrando estar a la altura y toda esta situación está sacando lo mejor de nosotros mismos, nuestra humanidad, solidaridad, bondad,

responsabilidad y civismo, desde el propio Presidente del Gobierno

hasta el ciudadano más anónimo.

Esperemos que todo ésto se quede, que de nuevo no olvidemos, que entendamos que lo que realmente importa somos las personas, que convivimos

en un mundo global donde lo que pasa en cualquier lugar nos afecta a todos, sea en Wuhan, Fukushima, Madrid, Siria o Afganistán, y que es el único que tenemos, por lo que debemos de cuidarlo para que nosotros y

las futuras generaciones reciban un mundo y una sociedad mejor.





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